Sasha

Sasha sentado junto al Corte Inglés de la Gran Vía.
Sasha de Ucrania perdió su trabajo y todo lo que tenía en su país natal. Lleva en Bilbao una semana, sólo de paso, con la esperanza de poder sobrevivir y en cuanto pueda, volver a su tierra.
No acude a ningún albergue, prefiere quedarse en la calle con su perro en busca de ayuda, aparte de que al cachorro no se le permite la entrada en esos alojamientos. Después de que se cambio de equipo se quedó sin trabajo. Estuvo trabajando en el ayuntamiento de mantenimiento hace 4 años. Hoy, por lo tanto, se encuentra sin derecho a cobrar el paro.
El futuro lo ve negro y se muestra pesimista en cuanto al crecimiento de empleo. Su único objetivo en conseguir dinero suficiente para poder marchar a Ucrania y acabar su calvario, pasando primero por Francia y de allí a Italia. Cuenta que no está acostumbrado a vivir y a dormir en la calle. También dice que la situación de Ucrania para vivir es muy dura. Por lo menos, dice que en Bilbao por la noche puede dormir más tranquilo y que es más seguro que su país, sin tanto miedo a que le suceda algo mientras duerme.
Detrás de la crisis:
Personas sin hogar en Bilbao