
Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS). Entrevista a la coordinadora, María Jesús Murguia
El Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS) es la atención permanente e inmediata a las personas en situaciones de urgencia o emergencia individual, familiar o colectiva ocurridas en el Municipio de Bilbao.
Cuenta con dos programas; el primero es puramente para urgencias y emergenias sociales. Intervienen en situaciones que no se pueden posponer, y necesitan de intervención social. La mayoría de ellas no tienen que ver con una situación de carencia de cobertura de necesidades elementales. Así como, temas de violencia de género y problemas de violencia intrafamiliar.
La segunda actividad consiste en el acceso a prestaciones elementales. Está dirigido a cubrir las necesidades básicas de la gente que esté en Bilbao. No se requiere ningun tipo de documentación administrativa, no hay que estar empadronado en Bilbao, esto es, se atiende a gente indocumentada. La exigencia de arranque es mínima.
Hay tres prestaciones; de alojamiento, de alimentos y de vestido. En la prestación de alojamiento se hace una reserva para albergues y centros de noche. Los más importantes son Lejabarri (Recalde) y Lagun Artean (Deusto), perteneciente al grupo Cáritas. También llevan la reserva para el centro de Hontzat, también del grupo Cáritas localizado en el puente de San Antón, y que es para drogadictos en activo.
El procedimiento es el siguiente. La demanda se recoge en SMUS, ven qué número de plazas hay libres y le asignan a una. Se hace una corta instancia. Si son personas que tienen vinculación con Bilbao, son 7 días, pero si hablamos de personas que acaban de llegar y están de paso, son 3 días. Gestionan las reservas. La prolongación de las estacias depende de la normativa de cada centro. Si existe una especial situación de vulnerabilidad, la estancia se puede alargar hasta tres meses.
SMUS colabora con el albergue de Mazarredo de baja exigencia que está gestionado por la identidad Bizitegi. Funciona desde las 20:00 hasta las 8:00 de la mañana. Es para pecnotar y cenar. Con la llegada del invierno, como las condiciones de estar en la calle son más duras, existe el dispositivo de alojamiento invernal. Localizado en el sótano y consta de 50 plazas. Abren desde finales de noviembre hasta finales de abril. En caso de que, en ese período invernal, haya una ola de frío, se ofrecen 50 plazas adicionales.
El centro está cedido para su uso en precario por el Ayuntamiento de Bilbao. También son ellos los que intervienen en la entrada al albergue de baja exigencia de Mazarredo. Este albergue no sigue el sistema general. Son medias largas estancias para gente que lleva mucho tiempo en la calle y está muy "tocada" de salud física y psíquica. Los alojamientos les cubren el dormir. Algunos tienen desayunos y otros no. Excepto el de Elejabarri, que ofrecen desayuno, comida y cena, esto es, pensión completa y está abierto todo el día.
En el albergue de Mazarredo y en Hontzat no hay nadie durante el día, y Lagun Artean es un mixto. Hay penuria de plazas. Se trabaja con lista de espera, y casi siempre hay personas en lista de espera. El objetivo del centro es que no quede ninguna plaza libre, se trata de que se ocupen todas las ellas.
Con carácter general, el criterio a seguir la asignación se basa en según la llegada, excepto en gente con excepciones en cuyos casos se les prioriza. Por ejemplo, alguien que ha encontrado un trabajo y necesita asearse. Tienen una relación especial con los centros de menores. Se trata de jóvenes que están en centros de la Diputación hasta los 18 años de edad y cuando salen de ahí, acuden a sus servicios. Tienen un acuerdo que les avisan. Son niños que han pasado el estrecho, niños inmigrantes. También tienen relaciones con los hospitales, para cuando las personas que salgan del hospital tengan una estancia, los que necesiten.
En el albergue de Elejabarri hay una pequeña unidad para personas convalecientes, para los que no tienen casa. Son casos de personas que por ejemplo, se han roto una pierna y tienen escayola o se van a someter a una operación.
En cuanto a la alimentación, se les facilita un carnet para que acudan a los comedores sociales. Hay uno en Manuel Allene de Cáritas, otro en Irala de los franciscanos y otro en Zabala que es de la fundación Conde de Aresti . Expiden el carnet para unas fechas determinadas, y allí van con el carnet y comen y cenan. No hay requisitos. Se les renueva el carnet siempre que vayan a renovarlo y, salvo que tengan alguna sanción, no se les retira. Hubo una época muy difícil, en 2008-2009, cuando había mucha demanda en los comedores sociales. Hace años que no es así. La gente rota mucho en estos servicios, aparecen y desaparecen. El carnet inicial tiene una validez de 10 días, dos semanas o un mes. Si son estables les dan para dos meses.
De vestido, tenemos unos pedidos de Ecoropa que ellos recogen en las tiendas de reciclaje. El máximo son 40 euros y lo hacemos a 4 meses. Lo de la ropa es una cosa incontenible. eso crece y crece, es decir, la demanda es muy alta. LLevamos tres años en un programa en colaboración con Cruz Roja que durante el invierno, Cruz Roja entrega un kit de abrigo; un saco de dormir, una chamarra, un pequeño neceser con las cosas de aseo y calcetines. Les damos un papelito para que acudan a la Cruz Roja. para recoger el kit. Nosotros también alguno aquí para situaciones de especial de emergencia.
Las personas que más necesitan de estos servicios son magrebíes y jóvenes, lo siguiente serían subsaharianos; senegales, camerunenses, también Malí y de zonas que están en guerra. Además de eso, puede haber algunos nacionales, pero no muchos, es la minoría. Podemos tener un 15% de nacionales y el resto extranjero con un dominio claro del Magreb y África subsahariano. Últimamente también ha habido gente inmigrante pero que ha estado asentada en Andalucía, gente que estaba compltamente intregada en comunidades pero al perder el trabajo, vienen ahí tratando de mejorar su situación y encontrar una oportunidad de trabajo.
Hay otro programa en colaboracióm con los Osakidetza para convalicentes, y otro para personas con problemas de salud mental grave que están en situación de calle.
A raíz de la crisis, si que llegan familias que están situación muy precaria, que pueden demandar alimentos, y les derivamos a los comedores sociales, lo que ocurre es que a los comedores sociales no pueden ir niños, solo adultos. No hay comedores sociales de familias.
Atendemos a madres con niños en la prestación de vestido, que no estaba pensado para eso. Es una de las excepciones.
Otro factor ha tener en cuenta son las actuaciones de Lanbide con las rentas básicas que es lo que ha desdecadenado este tipo de demandas. Es decir con la crisis ahora Lanbide exige mucha documentación, acreditación, y está generando muchos problemas. Antes cuando ibas a pedir una renta básica tebnías siempre una persona de referencia, y ahora no te toca quien te toca, se ha despersonalizado.
Detrás de la crisis:
Personas sin hogar en Bilbao